Hace 8 años la Familia Garcés Silva comenzó un nuevo proyecto en el Valle de Maule, donde inicialmente la idea era plantar Cabernet Sauvignon. Vimos un lugar con identidad e historia, cuidado por un hombre excepcional. La cultura, la forma de labranza de la tierra, los viñedos de más de 100 años y las personas que rodeaban este lugar, nos hicieron replantear todo. Y así, en vez de imponer una vitivinicultura, en todo este tiempo nos hemos ido adaptando y aprendiendo de la usanza de esta maravillosa zona. Hoy podemos decir que hemos rescatado un viñedo y una cultura campesina maravillosa que nos entrega este vino País conservando así un patrimonio vitivinícola de Chile. El resultado es este vino, Catalino, donde muchas personas nos han entregado su conocimiento y ganas de mantener las costumbres del campo Maulino.